La increíble historia del Árbol que creció en el medio de un Citroen
La increíble historia de un citroen abandonado en la puerta de un supermercado qué salió a luz luego de podar un árbol de más de 20 años de antigüedad.
La historia de este Citroen estuvo olvidada por mucho tiempo. Hace poco menos de un año el nuevo gerente del supermercado AB Vassilopoulos de la isla griega de Kos, mandó a podar el árbol qué estaba creciendo enfrente del supermercado porque limitaba la visual del negocio. Tamaña sorpresa se llevó al descubrir qué debajo del follaje del frondoso árbol se encontraba oculto un viejo Citroen 2cv6 (3cv), y más sorpresa se llevó aún al ver qué el mismo árbol había crecido por entre medio del auto.
El gerente, desconcertado, consultó entre los empleados del Supermercado sobre la existencia del auto y todos desconocían su existencia por lo que ordenó qué cortaran el árbol y retiraran el auto. Los trabajos para sacar el auto prosiguieron hasta qué en el cambio de turno de la tarde llegó Giorgos, el guardia más viejo en el supermercado, y corrió hasta la oficina del gerente para pedirle que por favor dejara ahí el auto, contándole a continuación la historia del mismo.
Giorgos le contó qué hace 20 años, cuando empezó a trabajar en la tienda como seguridad, notó que durante varios días en el cambio de turno de la tarde, se acercaba un citroen rojo a la puerta del supermercado y después de un rato de espera se bajaba una persona y preguntaba por Agnes, quien Giorgos desconocía y luego de un rato el citroen se iba.. La segunda vez qué sucedió el mismo episodio, Giorgos notó qué algo raro estaba sucediendo. Extrañado por la situación Giorgos le comentó a otro compañero de trabajo el episodio, y éste le comentó qué era algo normal desde hace 2 meses y ahí le contó la historia.
Agnes era cajera del supermercado y todos los días su nuevo novio la pasaba a buscar a la salida del trabajo con su Citroen rojo. Agnes estaba muy feliz con su nueva relación y sobre todo estaba enamorada del Citroen, porque le comentaba a todos lo lindo qué era pasear en él. Sus compañeros de trabajo, cada vez qué veían el Citroen le decían: “Ahí llegó tu novio en la ferrari!” “Te sacaste la lotería con tu novio y su descapotable” “Ahí está tu novio en el cavallino rampante!” entre otras bromas qué despertaba el curioso Citroen.
Un día Agnes al salir del trabajo se quedó esperando a qué su novio la pasara a buscar y después de una hora de espera, y al ver qué no llegaba, decidió volver a su casa en colectivo. Agnes, vió qué el colectivo estaba llegando a la parada y cruzó la avenida a toda velocidad para alcanzarlo, sin mirar qué de la otra mano venía un auto qué por más qué intentó frenar, la atropelló produciéndole la muerte en el momento.
A partir de ese día, el novio, una hora antes del del cambio de turno de la tarde, siguió yendo a la puerta del supermercado y cuando se hacia las 6 de la tarde qué era el horario del cambio, se bajaba y preguntaba por Agnes. De forma incómoda, le decían qué Agnes había fallecido y él decía qué era mentira y después de esperar un rato se retiraba, volviendo a repetir todos los días la misma situación. Al momento en qué Giorgos empezó a trabajar, habían pasado dos meses de esta repetida escena y ya nadie se asombraba de este extraño comportamiento.
Al tercer día de trabajo de Giorgos y al llegar de nuevo el muchacho del Citroen, éste le hizo la repetida pregunta sobre Agnes y Giorgos se puso muy incómodo y le contestó que estaba retrasada. Inmediatamente vió en los ojos del muchacho un brillo qué nunca antes había visto. Como el Citroen estaba estorbando la puerta principal del supermercado, Giorgos le pidió si podía correrse a un lado y el muchacho aceptó sin problemas. Estacionó al Citroen y se puso a esperar dentro.
Al otro día Giorgos vió qué el muchacho había pasado la noche en el estacionamiento, pero esta escena se hizo habitual con el tiempo y el muchacho había hecho del citroen su hogar. Eso sí, todos los días en el cambio de turno de la tarde, el muchacho se paraba al lado del auto a esperar y luego volvía meterse dentro.
Giorgos todos los días sacaba comida del supermercado y se la llevaba personalmente dejandola al lado del Citroen. Infructíferas fueron las veces en que intentó sacarle conversación, nunca respondía a ninguna interpelación.
Luego de un mes, y luego de varios avisos qué le hicieron al muchacho de qué sacara el auto del estacionamiento, el gerente de esa época, mandó una grúa de la tienda a correr el auto. La orden era tajante: qué sacara el auto lejos del supermercado. Ante los gritos y el llanto del muchacho, el qué manejaba la grúa solo pudo correr el auto unos pocos metros, dejándolo sobre un cantero. El muchacho, ante la amenaza de qué de vuelta vuelvan a correr el auto, encadenó el auto al cantero (en las imagenes se puede ver aun).
Al otro día de este episodio, el muchacho desapareció y nunca más se supo de él. El auto quedó abandonado en ese mismo lugar y con el tiempo, empezó a crecer un árbol por medio del auto y tanto creció qué después de 20 años quedó totalmente oculto igual qué la historia qué lo originó.
Gracias a Giorgos, podemos conocer esta curiosa historia y gracias a él el auto sigue en su lugar a la espera del deseado reecuentro. Giorgos, se jubiló hace un mes y ahora está feliz disfrutando de su tiempo libre y del Citroen 2cv6 del año 84 qué se compró para pasear por la isla.
Actualmente, el CitroenArbol es una atracción turística y es visitado por cientos de turistas qué van a conocer la isla de Kos.
¿Conocías esta historia? ¿Qué te pareció? Queremos escucharte